Hace doscientos cinco años, precisamente el 20 de junio de 1820, en la Ciudad de Buenos Aires, murió Manuel Belgrano. Había nacido cincuenta años antes, un 3 de junio de 1770 y vivido una vida profundamente dedicada a la patria.
Belgrano es recordado por ser partícipe en acontecimientos trascendentales de la historia argentina. Comerciante y hombre de leyes, fue vocal en la Primera Junta de Gobierno y, (entre muchísimas actividades), en febrero de 1820, fundó el periódico “Correo Comercial”. Periódico en el que difunde ideas favorables al surgimiento y creación de un nuevo orden político y social. En una ocasión, una lectora envió una carta pidiendo educación pública para aquellas mujeres que no tuvieran recursos. Belgrano apoyó este pedido porque sostenía que la educación pública era una necesidad en la consolidación de una sociedad independiente. Esta convicción lo ha convertido en uno de nuestros próceres que más se ha ocupado en fomentar la educación creando escuelas y promulgando su importancia.
A más de doscientos años de su muerte, recordar la vida de Manuel Belgrano es hacer presente su compromiso y trabajo en la independencia de nuestro país, como así también, el compromiso y trabajo de la gran cantidad de hombres y mujeres que lo acompañaron en este gran sueño. La construcción de la patria contó con el esfuerzo colectivo de soldados y de mujeres, partícipes invisibilizadas de la época que, entre otras tantas actividades, cosieron la bandera que hoy nos identifica como nación.
La bandera, costura colectiva
La bandera de un país es uno de los símbolos que lo identifican como nación, como grupo que comparte una historia en común y proyectos hacia el porvenir. Belgrano supo de la necesidad de contar con este símbolo que identificara a quienes participaban en las guerras por la independencia. Por este motivo, el 27 febrero de 1812, en nota al Segundo Triunvirato, comunica que «siendo preciso enarbolar bandera, y no teniéndola, la mandé a hacer blanca y celeste, conforme a los colores de la escarapela nacional», momento en el cual la enarbolan a orillas del Río Paraná. Cuatro años después, en 1816, el Congreso de Tucumán la adopta como insignia patria, hasta que en 1938, el Congreso Nacional estableció el 20 de junio, aniversario del fallecimiento de Manuel Belgrano, como Día de la Bandera.
Pero… ¿Cómo fue que se hizo?
Como leímos, Belgrano precisa que haya un símbolo que aúne y represente a la gran diversidad de personas que formaban parte del ejército entonces la manda a realizar. Es de esta manera que, manos misteriosas, bordan ese sueño; lo hacen real y tangible.
María Catalina Echevarría fue quien la confeccionó con la ayuda de dos vecinas cuyos nombres se desconocen hasta hoy.
María Catalina nació en Rosario, el 1 de abril de 1782. Era hija de inmigrantes vascos y hermana de un amigo de Belgrano quien, al haber sido alojado por ella, le encomienda la tarea. Ella compró las telas, unió los retazos celeste y blanco y agregó hilos dorados a la terminación: una tarea artesanal que demandó, al menos, cinco días y para la que necesitó asistencia de dos mujeres vecinas. No sólo confeccionó la primera bandera argentina, sino que asistió también a la ceremonia de jura, a orillas del río Paraná, frente a las baterías de artillería. Este acontecimiento era muy poco frecuente para la época, ya que las mujeres no participaban de esta clase de eventos.
Al coser nuestra bandera, María Catalina Echevarría, provoca un hecho novedoso y trascendental en la historia de nuestro pueblo y, a su vez, contribuye a consagrar la figura de Manuel Belgrano. Sin embargo, durante doscientos años, en los homenajes nunca se la tuvo en cuenta. El primer reconocimiento formal que se le realizó fue una placa colocada en el pasaje Juramento, a metros del Monumento Nacional a la Bandera, en su Rosario natal.
Si bien en aquella época, a las mujeres no se les reconocía un lugar de importancia en la escena pública, hoy, al revisar con otra mirada estas historias, hallamos y descubrimos muchos nombres de mujeres patriotas cuya labor y entrega fue fundamental en la construcción de nuestra nación.
Revisar la trama para construirla de nuevo
Griselda Tarragó, historiadora, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba, nos propone pensar el momento de creación de la bandera en un doble sentido. Por un lado, afirma la relevancia política de Manuel Belgrano y su posibilidad de abordar los cambios estructurales que demandaba el desarrollo social, económico y político del período, y, por el otro, nos invita a complejizar el lugar de las mujeres en ese mismo contexto. Partícipes necesitamos esarias de diferentes tramas que involucraban el espionaje, el tráfico de información y las alianzas políticas, puede cuestionarse el rol pasivo tradicionalmente asignado a ellas, confinadas al interior del hogar. Desde esta perspectiva, María Catalina Echavarría puede dejar de ser «una mujer cosiendo», para ser pensada protagonista de las propias discusiones revolucionarias en las que formó parte.
¿Sabías qué…? Junto a Manuel Belgrano lucharon muchísimos hombres y mujeres que en ese momento decidieron unirse al sueño colectivo de un país libre. Para hacerlo, este ejército debió enfrentar varias batallas…
Los realistas eran muchos y seguían llegando desde el norte; su objetivo era ingresar por Jujuy y tomar Salta, Tucumán y Córdoba para cercar Buenos Aires y deponer el gobierno patrio. Castelli, otro general de la Revolución, y sus tropas habían sido derrotados en el Alto Perú, por lo que Belgrano es llamado a auxiliarlos. Al llegar a Jujuy, (en pleno invierno de 1812), comprende que es imposible vencer al Ejército realista que estaba llegando, entonces, toma una de las decisiones más difíciles de su vida: manda al pueblo jujeño a dejar su tierra y quemar todo (TODO) para que, al llegar los realistas, no tuviesen nada (pero NADA) para alimentarse ni descansar… La tristeza acompaña al pueblo, es una más entre ellos, dejan sus tierras, sus casas y la vida que amaban hasta ese momento…
Las palabras de aliento costaban, pero poco a poco, entibian esos corazones hasta volverse fuego… Al llegar a Salta, desobedeciendo todas las órdenes que recibió, Belgrano, que alentaba la independencia y no dejaba de luchar por ella, resolvió enfrentar al enemigo en Tucumán… ¡¡¡La victoria llegó como la primavera y floreció en cada corazón que había sabido resignar lo propio para construir un sueño grande!!!
Esa historia – conocida a la posteridad como el éxodo jujeño- unió a Belgrano y a ese pueblo del norte para siempre, por eso, en reconocimiento al sacrificio y valentía con el que habían acompañado al ejército, el 25 de mayo de 1813, Manuel Belgrano les entrega la bandera de nuestra patria. Esa que había visto el sol un año antes.
¿Conocés a Juana Azurduy?
Ella fue una valiente patriota altoperuana, que junto a su compañero de vida, Manuel Padilla, luchó (liderando un ejército) por la independencia de nuestra tierra. Manuel Belgrano la había conocido (había sido ayudado por ella en la derrota de 1812). El valor y el heroísmo con el que combatía habían admirado al general, es por esto, que en 1816, Manuel Belgrano le entrega su sable y la nombra Generala de la Revolución.
La libertad tiene nombre y se llama…
Andresito Guacuray fue un indígena paraguayo a quien la eliminación del sistema de castas (un orden social que delimitaba los derechos y obligaciones de los diferentes grupos étnicos) propuesto por Manuel Belgrano, le otorgó la libertad. Andresito lo conoció en Paraguay y decidió convertirse en Comandante de Milicias. En esa función acompañó y luchó sin tregua por llevar la libertad hacia todos los rincones de la Patria.
Bandera banderita…
Al soñar nuestra bandera, Manuel Belgrano se inspira en el manto de la Virgen de la Inmaculada Concepción y, también, en los celestes cielos, brillantes, repletos de nubes blancas, algodonosas y pomposas que son el techo de nuestra tierra… Hay banderas de todos los colores, con diversas formas y dibujos…
¿Te animás a buscar algunas que te resulten novedosas o interesantes de otros países? ¿Qué colores presenta? ¿Tiene algún dibujo llamativo? ¿A qué país representa? ¿Cómo habrá sido la historia de su creación? Para hacerlo, podés pedirle a una persona mayor que te ayude y buscarlas en diccionarios, enciclopedias o internet… Y te invitamos a que luego la dibujes y colorees.
Recordando a María Catalina…
Para adornar la sala o el aula, pueden conseguir pequeños retacitos de telas o lanas celestes y blancas, dibujar una bandera y pintarlos con ellas utilizando estos elementos en lugar de lápices o fibras.